Difícil adivinar lo que pasa por la mente de un asesino. Tendríamos que adentrarnos en su interior para poder comprenderlo...si que es que ésto es posible.

El Pintor Asesino

Posted by Unknown On lunes, 8 de febrero de 2010 0 comentarios

(Autorretrato)


Richard Dadd era un pintor inglés de finales del siglo XIX, conocido por sus temas fantásticos y sus cuadros de hadas tremendamente sugestivos, y también es conocido por haber asesinado a su padre.
Richard Dadd hacía tiempo que se había vuelto loco.

Sin embargo, Dadd fue considerado un pintor de gran talento en su propio tiempo, demostrando su condición de maestro victoriano de menor importancia, siendo uno de los más intrínsecamente interesante de todos los pintores de los últimos doscientos años, en gran parte debido a la única característica de su trabajo.

Richard Dadd nació el día 1 de agosto de 1817, siendo el cuarto de los siete hijos del matrimonio formado por Robert y Mary Ann Dadd, en la ciudad de Chatham, en Kent. Su padre era un reconocido químico que se había casado dos veces y tuvo nueve hijos de los dos matrimonios, cuatro de ellos muertos como consecuencia de trastornos mentales.
De niño, Richard se instruyó en la escuela The King’s Scholl, en Rochester, donde comenzó a desarrollar predilección por los clásicos de Shakespeare, y con el que permaneció toda su vida, trabajando intensamente sobre su obra.
En 1834, cuando contaba 18 años de edad, su familia se trasladó a la calle Suffolk, en Pall Mall, en Londres, donde su padre comenzó a trabajar como tallador, y a realizar distintas actividades sociales. Daba cursos de geología y organizaba el museo local, formando parte del movimiento de reforma. Esto hizo que la familia tomara contacto con artistas contemporáneos y coleccionistas de arte y que Richard mostrara una gran atracción por la pintura, realizando allí sus estudios de arte. Tenía especial predilección por los duendes y las hadas, tanto sobre la historia que rodeaba a estos seres, como el lado oscuro que a veces presentaban. Era tanta la atracción que sentía que incluso llegó a obsesionarse, dedicándose a investigar intensamente sobre el tema para después expresarlo en sus cuadros.

En la Academia Dadd se hizo amigo de Jhon Phillip, que posteriormente se casaría con su hermana María Isabel, y de Willian Powel Frith, que jugaría un papel importante en la pintura de géno victoriano. Más tarde este círculo se amplió con Augustus Egg, Harry Nelson O’neill, Alfred Edmore, Edward Matthew Ward, Thomas, y Joy William Scott Bell.
Dadd comenzó a exponer durante su primer año en la Academia, ganando tres medallas de plata. Durante 1849 y 1841, realizó ilustraciones en serio sobre Shakesperare, y en 1842 exhibió una versión de una de sus obras más tempranas: “Venid a estas arenas amarillas”, en la Exposición Royas Academy.

“Venid a estas arenas amarillas”

Con 25 años su deseo de vivir aventuras y entregarse a toda clase de excesos hizo que ese mismo año de 1842 partiera con un gran amigo, antiguo alcalde de Newpor, sir Thomas Philips, a un viaje por Europa y Oriente Medio, realizando numerosos esbozos orientales dentro del estilo victoriano con el que comenzaba a perfilarse.

Durante una expedición por el Mar Muerto, Dadd comenzó a sentirse mal, experimentando dolores de cabeza. Había sufrido una fortísima insolación, llegando incluso a temerse por su vida y que dañó levemente su cerebro. A partir de este momento Dadd ya no sería el mismo y comenzaría un descenso imparable.
Desde Alejandría navegaron hasta Malta y luego a la costa oeste de Italia, donde Dadd comenzó a sufrir diversas clases de delirios paranoides de persecución, y su actitud se fue convirtiendo cada vez más violenta hacia su amigo Philips.
(Sir Thomas Phillips 1842)

Una de sus extravagancias fue, estando en El Cairo, unirse a un grupo de hombres que estaban fumando pipas de agua, de los que no se separó ni dejó de fumar durante cinco días. Las pipas de agua producen un sonido característicos al bombear el aire a través del agua y Richard Dadd entendió que el gorgoteo era un modo de lenguaje que le hablaba, por lo que continuó fumando y fumando sin parar, escuchando atentamente para intentar descifrarlo. Fue el quinto día cuando creyó oír el mensaje descifrado: era un mensaje del dios egipcio Osiris, esposo de Isis y que según la historia murió desmembrado.
Según el mensaje se le encomendaba una misión que Dadd mantuvo de momento en secreto, y que era urgente: se le pedía que acabara con las manifestaciones de su enemigo, el dios Seth, las cuales danzaban a su libre albedrío por el mundo. Una de las manifestaciones de Seth tomaban forma en su gran amigo Phillips, y otra en su padre.
(Autorretrato)
En Roma, experimentó un impulso incontrolable de atacar al Papa en una de sus apariciones públicas. En mayo de 1843 llegaron a París, y los síntomas de la enfermedad llegaron a ser tan agudos que Phillips ya no era capaz de explicar el comportamiento de Dadd como agotamiento o insolación. A finales de mayo regresó a Londres, quedándose Phillips en París. En Londres fue diagnosticado de insolación y se le recomendó reposo, siendo enviado para realizarlo junto a su padre viudo, al campo en dónde residía, y que lo acogió con efusividad, resistiéndose a reconocer la enfermedad de su hijo aún a pesar del informe médico, el cual dictaminaba que debido a los trastornos, debía ser internado en un manicomio.

Por esa fecha, su hermano George también comenzó a mostrar síntomas de desequilibrios mentales.

Para Dadd, el dios Osiris no dejaba de atosigarlo con la misión que le había encomendado, aseverándole que el diablo Seth estaba encarnado totalmente en su padre. Aunque afectado por esta fijación, Dadd continuó trabajando y haciendo su vida en Newman Street, alimentándose míseramente a base de huevos.
Ante la insistencia de los mensajes de Osiris tomó una drástica determinación para acabar con el mal, por lo que se dirigió a Convent Garden, donde compró una navaja de afeitar muy afilada, un cuchillo con una hoja de veinte centímetros y un hacha.
Convenció a su padre de que se reunieran en Cobhan, su tierra natal el 28 de agosto de 1834 para cenar en la posada Ship Inn.
Cuando se reunieron dieron un paseo por un bosque cercano, y allí en el bosque, en medio de un claro, Richard sacó sigilosamente el hacha y la descargó en la cabeza de su padre. A continuación le seccionó la garganta de un tajo con la navaja de afeitar para apuñalarlo sin compasión numerosas veces en el pecho. Luego, enfebrecido bajo la luz de la luna, desmembró sin conciencia su cadáver arrojándolo después a una zanja.
Inmediatamente después de matar a su padre, partió en dirección a Dover, donde embarcó en un buque para Calais.

El cuerpo de Robert Dadd fue descubierto el martes por la mañana, después de que la policía fuera llamada ante la desaparición de los dos hombres, que sospechaban muertos. Al descubrir el cadáver solitario de Robert, comenzaron a buscar a Richard por el área de Cobham, dado que el hermano de éste cuando llegó a la escena del crimen, no tuvo ninguna duda de que era Richard quien había asesinado a su padre.
La habitación de Dadd en Newman Street fue registrada y se encontraron escondidos objetos de fetiche, junto gran cantidad de cáscaras de huevo y  bocetos pintados de sus amigos, cada uno representado con un cuchillo clavado en la garganta. Igualmente había una lista con las personas a las que pensaba eliminar, entre las cuales se incluían el Papa y el emperador de Austria.

Richard fue detenido en Calais, con la ropa manchada de sangre. Cuando fue llevado a la posada donde pernoctaba para que se cambiara de ropa consiguió escapar y viajó a París, viaje durante el cual trató de cortar la garganta de un compañero de viaje.
Fue detenido el 30 de agosto en Montereau, donde se identificó a sí mismo como Richard Dadd y confesó que había asesinado a su padre.

De Montereau, fue trasladado al asilo de Clermont en Fontainebleau en donde se mantuvo hasta finales de julio de 1844, cuando fue devuelto a Inglaterra para una audiencia en Rochester. Se declaró culpable y fue condenado "a un lugar de seguridad permanente sin llegar a juicio".
Fue recluido en el State Criminal Lunatic Asylum, dependiente del Betlhem Hospital. Allí creció inmensurablemente su paranoia. Creyendo que era vigilado constantemente, tuvo varios episodios violentos creyendo que lo acosaban criaturas demoníacas, atacando y agrediendo violentamente a médicos y enfermeros.
En estas circunstancias estuvo durante meses hasta que creyó que su misión ya había terminado y volvió a pintar.
Tenía 27 años de edad.
(Richard Dadd pintando en el hospital)

Permaneció en este hospital durante 20 años, realizando durante este periodo su trabajo más notable.
(El Betlhem Hospital)
En julio de 1864 fue trasladado a un nuevo hospital psiquiátrico, en Broadmoor, a las afueras de Londres. Allí permaneció, pintando constantemente y recibiendo visitas frecuentes.

En todas las obras que realizó durante su internamiento muestra claramente el deterioro de su salud mental y el estado en el que él se encontraba dentro del manicomio.
En concreto una de sus obras titulada “El golpe maestro del leñador duende”, se ve claro de un bosque, de exuberante y alucinante vegetación, en la que abundan multitud de hadas, gnomos y duendes que se muestran lascivos y burlescos. De espaldas se observa la figura de un leñador con un hacha en el momento de descargar el golpe, sin embargo, delante del leñador no hay nada, fiel reflejo de la obsesión de Dadd sobre lo irrevocable.
(El golpe maestro del leñador duende)

Murió el 7 de enero de 1886 de una enfermedad pulmonar.